Hace cinco años llegó al mundo una nueva Cruise, producto de la unión entre un cienciólogo con la estatura de un pony y una androide. Su nombre de pila es Suri, y desde que lanzó su primer grito en la sala de parto, la humanidad supo que la niñez, como la conocemos, no volvería a ser la misma. A los dos años la criatura ya le exigía a su progenitora los mejores ropajes, y para cuando aparecieron cuatro velitas en su pastel, ya se paseaba por las calles de Los Ángeles con tacones más caros que la laptop con la que escribo y aires que sólo alguien consciente de tener en sus manos el destino de la raza humana, podría tener.
Hoy, una fuente revela que la colección de calzado de la hija de Tom Cruise y Katie Holmes tiene un valor mayor al patrimonio de su humilde servidor y sería un generoso donativo para acabar con el hambre en Zambia y la matanza de las focas bebés. Aparentemente la princesita tiene un clóset de zapatos que suman los 150 mil dólares (¡PLOP!).
La fuente declaró a Star Magazine:
"Suri tiene muchos zapatos de diseñador. Es una fan masiva de Marc Jacobs y tiene varios hechos a la medida, entonces, si los zapatos no vienen con tacón, Katie hace que los rediseñen para Suri. Ella llora si Katie escoge otra cosa que no sea un par de sandalias con algún tipo de tacón."
En mis tiempos y mis rumbos, lo más que podía ambicionar una niña de cinco años eran unas zapatillas de cristal Mi Alegría, y si le iba bien y se comía todos los ejotes del plato, unas Xuxandalias. Vaya, mis Bubble Gummers me tenían que durar todo el curso escolar, y si la suela se desgastaba por ir arrastrando los pies, se solucionaba agregándoles una plantilla de cartón improvisada que impedía que se mojaran mis calcetines Donelli en tiempo de lluvias. Pero está bien, señor y señora Cruise: mientras los Pitt-Jolie les enseñan a sus retoños las desgracias del tercer mundo y el mostrarse siempre agradecidos con su realidad, ustedes críen a una pequeña arpía que para cuando cumpla diez años ya tenga los problemas de columna de Lady Gaga y el ego de un millón de Victorias Beckhams. Xenu debe de estar tan orgulloso de su sucesora...
Brindo con placenta por el gran futuro que le depara a esta diva en miniatura, ¡SALUD!
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